Parásitos - Resumen General -

miércoles, 29 de julio de 2009

Existen muchas preocupaciones ante la posibilidad de que un animal (normalmente, un perro o un gato) pueda contagiarnos un parásito determinado. Sin embargo, debemos tener en cuenta que existen muchísimos tipos de parásitos que pueden afectar al ser humano, siendo un porcentaje pequeño los que pueden proceder de los animales de compañía. De hecho, una simple lechuga contaminada con ciertos parásitos y mal lavada, también puede ser una fuente de infección.
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Por eso, no hay que alarmarse, basta con tener a nuestros animales desparasitados, interna y externamente y llevar unas mínimas medidas de higiene. Por otro lado, en caso de que nuestro animal tenga un parásito, es necesario analizar una muestra de piel o de fluído/secrección donde pueda encontrarse ese parásito para poder identificarlo, heces si se trata de un parásito intestinal, un frotis de piel si es un parásito interno, etc. Una vez identificado, se tratará la infección con el antiparasitario adecuado. La existencia de parásitos debe detectarse cuanto antes, ya que suelen reproducirse con una gran rapidez y pueden afectar a órganos internos de forma irreversible.
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Ahora bien, debemos tener claro, que porque un animal tenga un parásito no necesariamente puede contagiarlo fácilmente a otros animales o a los seres humanos, ya que cada parásito tiene una forma de contagio y un ciclo de vida característico, pero... ¿qué es eso del ciclo de vida? Para entender lo que es un ciclo de vida hay que tener en cuenta que un parásito determinado no tiene por qué crecer y reproducirse en un único huesped, los parásitos, al igual que el hombre, tienen distintos estados de desarrollo, algunos de ellos pueden vivir en el exterior, mientras que otros, necesitan de un hospedador (planta, animal, humano o ambos) para continuar su desarrollo. Por eso, es necesario que un parásito esté en una fase determinada de su desarrollo (bien sean huevos fecundados, larvas, etc...) para que, en caso de penetrar en nuestro organismo, pueda infectarnos a los animales o a los humanos.
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Aunque pretendo ir poco a poco explicando los parásitos que pueden afectar a los animales de compañía y la posibilidad de contagio a los humanos, hoy dejo un pequeño resumen con los más importantes. Los parásitos podemos clasificarlos en:
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· Internos, son aquellos que viven y se alimentan en el interior de los órganos del animal o persona. Normalmente, son parásitos intestinales (aunque no siempre) , por lo que el diagnóstico suele realizarse a partir de muestras de heces. A su vez, los parásitos internos pueden clasificarse en:
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  • Protozoos, son de tamaño microscópico y suelen detectarse en heces los llamados ooquistes (huevos), ejemplos de protozoos son los Coccidios y el Toxoplasma gondii. Otro enfermedad protozoaria, en este caso, hemática (se detecta en sangre) es la temida Leishmaniosis, para cuya infección es necesario un mosquito.
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  • Cestodos, son gusanos planos de tamaño variable, entre ellos, podemos distinguir el Echinococcus granulosus y el Dipydilium caninum.
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  • Nematodos, son gusanos cilíndricos, no planos. En este caso, los más comunes el Toxocara canis (en perros) o cati (en gatos) -ambos intestinales-; la Dirofilaria Inmmitis, que afecta a las arterias y al corazón; y el Ancylostoma caninum, que provoca una fuerte anemia.
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· Externos, parasitan el exterior del animal, siendo algunos de ellos hematófagos (se alimentan de la sangre del animal). Entre ellos destacan los ácaros causantes de la sarna; las pulgas, que son hospedadores intermediarios del Dipylidium caninun; y las garrapatas, que participan en la transmisión de la Erlichiosis canina, enfermedad bacteriana.