Los gatos, son animales muy limpios, por lo que, en un principio, no necesitan ser bañados. Sin embargo, en algunas ocasiones debemos enfrentarnos a la dura prueba del baño; para facilitar la tarea y lograr llevarnos el gato al agua no hay una fórmula mágica, tan sólo mucha paciencia y algunos consejos que os dejo a continuación:
- en primer lugar, antes de ir a buscar a nuestro "amiguito" y que éste se percate de lo que le tenemos preparado, debemos tener todos los utensilios del baño a mano: agua templada, un jabón especial para gatos y una toalla para después del baño.
- un buen momento para el baño es después de cortarle las uñas a nuestro gato, así nosotros estaremos más protegidos de arañazos indeseados.
- en cuanto al lugar, es mejor bañarlo en una zona pequeña, donde el gato no se pueda escapar, como la pila del lavamanos o bien reducir el espacio de la bañera con un balde o incluso una bañera para niños.
- pide ayuda a algún valiente, siempre será más sencillo que una persona sujete el gato por la nuca, mientras la otra se encarga de enjabonarlo y aclararlo.
- si puedes, ten algo de agua templada ya lista y mételo directamente en el agua, así evitarás que tu felino se asuste ante el ruido del agua saliendo del grifo.
- para secarlo, cúbrelo primero con una toalla y, si tu gato se deja, puedes emplear un secador de aire caliente, manteniendo el aparato a una distancia lo suficientemente alejada del animal para no quemarlo.
- por último, recuerda darle un premio a tu gato después del baño, puede que así la próxima vez sea más fácil.
.
.
.
0 Ladridos:
Publicar un comentario