Negociar con la vida de seres indefensos es indecente. Hacerlo cuando se está obligado precisamente a brindarles una protección efectiva es simplemente miserable. La Concejalía de Medio Ambiente de Vigo dice que va a llevar una campaña de esterilización masiva de gatos callejeros mediante un acuerdo con diversos organismos, entre ellos la Protectora Local. Hasta ahí todo muy loable si no fuese por algunos "pequeños detalles" muy inquietantes. La Concejala Chus Lago, probablemente muy ofendida por las denuncias por incumplimiento realizadas desde la Asociación Proyecto Gato, les rescindió un contrato que finalizaba en 2011 y eso lo hizo, después de no haberles permitido utilizar las instalaciones prometidas como albergue y centro de esterilización y atención para los felinos que deambulan por las calles. Proyecto gato, que tenía subcontratados a través de la Protectora estos servicios, recibía para tal fin 3000 euros mensuales, una cantidad ridícula para manutención, veterinario y esterilización de los cientos de gatos que atiende y cuyo número no deja de incrementarse, lo que sin embargo no impidió a sus voluntarias seguir realizando su admirable labor, supliendo con vocación, valentía y amor a los animales la falta de medios pero por supuesto, sin dejar de expresar, como es de derecho, su malestar por las falsas promesas, incluso contractuales, de la Concejalía.
A todo esto, desde la Protectora, entidad que recibe muchos miles de euros de las arcas municipales, defienden la decisión de Chus Lago de invalidar el contrato con Proyecto Gato, pero digamos que se les ven "los bigotes" cuando afirman que "no se puede criticar a quien te da de comer en la mano". ¿Y por qué no se puede?, ¿tenemos que agachar la cerviz sumisos ante quien nos ofrece un mendrugo mientras permanecemos ciegos a sus presuntos desmanes? Pero la cuestión alcanza su punto más sangrante, e intolerable, cuando desde esa misma Protectora admiten estar a favor de la eutanasia, a lo que se niegan en Proyecto Gato – como corresponde en quien realmente sienta interés por el bienestar de estas criaturas – excepto en supuestos muy precisos y que como en el caso de los seres humanos, contemplan situaciones de gran sufrimiento para un animal en un estado de deterioro de su salud irreversible. Como ciudadano vigués y sobre todo, como persona profundamente preocupada por la protección real y sincera de los animales, expreso mi rechazo a la rescisión del contrato a Proyecto Gato, una organización que sólo merece reconocimiento y gratitud, así como mi temor por aquello en lo que se pueda convertir para los gatos esta iniciativa de la Concejalía, que tiene visos de encubrir un presunto sacrificio masivo de gatos tras una pretendida esterilización.
Julio Ortega Fraile
http://www.findelmaltratoanimal.blogspot.com/
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