La Tiña

viernes, 1 de mayo de 2009

A la semana de encontrar a nuestra Chispita (en la foto) en la calle, ésta empezó a rascarse mucho delante de las orejas. En un principio pensamos que se trataba de ácaros, pero le comenzaron a salir pequeñas calvas y parecía que la cosa iba a más, así que nos fuimos directos al veterinario.

Allí nada más verla el veterinario me dijo "Eso es tiña, es muy probable que te la haya contagiado", mi cara debió ser un poema, "¿tiña?, eso suena fuerte" pensé... y nada más lejos de la realidad...
La tiña es una enfermedad que afecta únicamente a la piel, en la que no hay ningún tipo de afectación de órganos internos, además, tras pocos días de tratamiento, el gato ya no puede contagiarnos. Sí que es cierto que es muy contagiosa, Chispita nos la pegó antes de iniciar el tratamiento, pero los hongos se redujeron a tan sólo una pequeña roncha a cada uno, que desapareció en unas semanas con pomada fungicida.
Así que, para que no os asusteis como yo si teneis cerca un gato con tiña, os dejo algo de información sobre ella:

La tiña: es una micosis, infección por hongos dermatofitos que se alimentan de la queratina presente en piel, pelo y uñas. Puede producirse por distintos tipos de hongos, siendo el más frecuente el Microsporum canis, responsable de más del 90% de las infecciones en gatos. La enfermedad es una zoonosis, afecta al hombre y a otros animales como el perro, pero la incidencia en gatos es 3 veces mayor que en perros.
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Transmisión: El contagio puede darse por contacto directo con un animal enfermo o portador, o bien por contacto con las esporas de los hongos presentes en el ambiente.
Sin embargo, para que se desarrolle la enfermedad es necesario que el hongo supere las barreras de defensa del animal, como la capa sebosa formada por secreciones glandulares que recubre la dermis. Aún así, si el hongo supera estas barreras, el desarrollo de la enfermedad dependerá de la situación inmunitaria del animal: es más posible que enferme un gatito joven que aún no ha desarrollado completamente su sistema inmunitario, o un gato que padezca otra enfermedad o una malnutrición, que un gato completamente sano. Es importante saber que si tenemos un animal adulto aparentemente sano y este se contagia con tiña, puede deberse a la existencia de otra enfermedad que aún no le hayamos detectado.
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Desarrollo de la enfermedad: aparición de calvas en el pelo en forma circular, descamaciones y enrojecimiento de la piel. Suelen aparecer en primer lugar en la cabeza y patas traseras (se contagia al rascarse con ellas), pudiendo extenderse luego a todo el cuerpo.
foto tomada de la Web de la Asociación Carácter Felino, donde podeis encontrar muchos pequeños en adopción, o daros un paseo por su Tienda con Carácter para ayudarlos.

Diagnóstico: a simple vista los veterinarios pueden distinguir la tiña. Para confirmar el diagnóstico existen diferentes métodos, el más común es exponer las heridas a luz ultravioleta (lámpara de Wood), donde el hongo manifiesta una fluorescencia amarillo-verdosa. Pero no todas las tiñas producen fluorescencia, por lo que existen otros métodos de diagnóstico, como el frotis de las descamaciones y su observación al microscopio para la búsqueda de esporas (formas de reproducción) o de los propios hongos; o el cultivo en medios especiales de pelos o células epiteliales descamadas.

Tratamiento: Si la infección es pequeña y localizada, es probable que el gato se cure solo. Aún así, es totalmente recomendable su tratamiento para evitar la extensión de la enfermedad y el contagio a otras personas o animales. El tratamiento consiste en una combinación de antifúngicos orales (griseofulvina) con un tratamiento tópico -pomadas (clorhexidina)-, la duración del mismo es de aproximadamente 1 mes. Estos medicamentos son bastante tóxicos, por lo que deben emplearse únicamente bajo prescripción veterinaria. En el caso de las pomadas, es aconsejable utilizarlas sólo en aquellas zonas donde el animal no pueda lamerse.

Prevención: Es importante evitar el contacto con otros animales hasta que el tratamiento empiece a tener efecto. Deben desinfectarse todos los utensilios y juguetes del gato, ya que las esporas son altamente resistente, pudiendo incluso permanecer en el ambiente 2 años (lo cual no quiere decir que el gato vaya a recaer continuamente).
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Contagio humano: la tiña es una enfermedad muy contagiosa en humanos, principalmente en aquellos que se encuentren en situación inmunodeprimida (bajas defensas). Las lesiones en personas suelen ser ronchas en la piel con un halo enrojecido que suelen provocar picor. Pero estas lesiones no son graves y se eliminan fácilmente con pomadas antifúngicas.
Es fundamental tomar ciertas medidas de prevención a la hora curar al animal enfermo durante el tiempo que puede contagiarnos: empleo de guantes, desinfección de los instrumentos de cura, mantener una cierta cuarentena, etc. Aproximadamente 1 semana después de iniciar el tratamiento, la enfermedad ya no es contagiosa, y rápidamente el pelo del animal comienza a crecer, con lo que en pocas semanas, ya no habrá rastro de hongos.
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